RECUERDOS DE MI INFANCIA
MIGUEL PEREZ PEÑARANDA
Nací en un pequeño pueblo de castilla la mancha que se llama Villanueva de la jara (Cuenca), el año 1949. En el seno de una familia humilde pero muy felices a pesar de todas las carencias que teníamos, pero de comer no nos falto nada.
Eramos ocho hermanos cuatro chicos y cuatro chicas, desgraciadamente dos ya faltan, yo era el 6º.
La infancia transcurrió muy feliz, en esos años cuando venia un tío mio que tenia coche todos los niños corríamos detrás de él. Con esto os podéis imaginar que no teníamos problema para jugar en la calle, no teníamos juguetes pero cualquier cosa servia para divertirnos.
El otro día un compañero comento que el cogían pájaros para después comérselos, en mi casa teníamos un huerto y habían arboles almendros, higueras, cerezos, y todos los años una pareja de jilgueros hacían un nido que lo podíamos coger con las manos y ninguno de mis ocho hermanos tocaba el nido por eso año tras año lo hacían. Hasta hace unos años que mi hermana edifico y tuvieron que arrancar los arboles.
A la escuela fui hasta los catorce años, mi padre era electricista y no teníamos que recolectar nada, solo teníamos manzanas, nueces, y aceite para el consumo de la casa, aparte de una pequeña huerta, donde mi padre recogía toda clase de verduras y hortalizas.
Con eso y la cría de un par de cerdos más la cría de gallinas y conejos estaba la despensa bien abastecida para alimentar a toda la familia.
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Volviendo a el tema escolar, recuerdo que teníamos que llevar un trozo de madera para poner a la estufa, pues en aquellos años la calefacción no se conocía mucho, por lo menos en mi pueblo.
Un año me toco un profesor que le tenia pánico, todos los días faltaba a clase, me acompañaban a la escuela hasta la puerta y no subía a la clase, esperaba que se fuese el que me había acompañado y yo me iba al campo hasta la hora de comer.
Tenia un vecino Benito, que era militar herido de la guerra de África, este señor funcionaba bien económicamente, tenia un caballo y le gustaba mucho salir a pasear, me llamaba y me decía engancha el caballo a la carreta que nos vamos a los pinares a buscar bolets.
Siempre traíamos algo o setas, piñas para encender la estufa y también solíamos comer alguna uva, almendras, lo que más recuerdo es que habían muchísimos pinares, pero cuando empezó la mecanización del campo,en pocos años desaparecieron casi todos. Aun quedan pinares pero muy pocos.
Ahora cuando voy de vacaciones me gusta mucho ir al campo, mi hermana tiene un pequeño perro ( MANCHITO ) lo cojo y nos perdemos por el campo, no suelo ir por caminos me gusta más ir campo a través. Hay plagas de conejos y el se vuelve loco intenta coger alguno pero los conejos corren más.
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